lunes, 13 de febrero de 2017

CON UN GRIFFITH EN LOS TALONES



En los albores del cine muchas personas acudían en masa a los estudios de Hollywood o Nueva York para conseguir una audición con el fin  de llegar a ser estrellas del celuloide, y de este modo ser admirados por todo el mundo. Pero como dice la Biblia muchos eras los llamados pero pocos los elegidos. Las pruebas eran duras, y muchas veces llegaban a crispar los nervios de los aspirantes. Aunque nada tiene que ver con lo que pasaron las actrices de cine mudo Lilian y Dorothy Gish cuando se presentaron en 1912 en los estudios Biograph deNueva York para la audición de la película Two Daughters of Eve. Después de maquillarlas un poco las hicieron pasar a un plató el cual estaba totalmente vacío, y para sorpresa de ambas apareció el director de la película D. W. Griffith empuñando una pistola y nada más verlas comenzó a perseguirlas durante un buen rato amenazándolas con matarlas allí mismo. Claro está las dos actrices corrieron de acá para allá como locas, muertas de miedo, y aunque pueda parecer increíble, gracias a esto pudieron conseguir el papel deseado, pues el director quería comprobar si en las caras de ambas hermanas se reflejaba bien el terror.