martes, 29 de noviembre de 2016

CURIOSIDADES DE LA FERIA DE ABRIL



Cada año cuando llega el mes de Abril la ciudad de Sevilla se engalana con sus mejores galas y sus habitantes no dudan un momento en acercarse a un lugar en concreto de la ciudad a celebrar la mundialmente famosa Feria de Abril. Sevillanas vestidas de faralaes y jóvenes agraciados luciendo palmito recorren el Real de la Feria buscando divertirse a base de bailes, jarana, y tapas aderezadas de deliciosa manzanilla. Esa es la imagen típica y tópica que los forasteros tienen de la fiesta. Pero pocos de éstos son los que saben el verdadero origen de la Feria y cuál es el oscuro secreto que ocultan las explanadas donde se realizan.

Por ejemplo ¿sabían ustedes quiénes fueron sus fundadores? Puede pensarse que al ser una fiesta puramente andaluza sus creadores deberían ser oriundos de aquellos lugares. Pues no, siento decirlo. Según parece desde la Edad Media ya existía en la ciudad y alrededores una feria de ganado, y fue en el siglo XIX cuando dos empresarios venidos de fuera pensaron revitalizar esta feria que se estaba perdiendo poco a poco. En 1846 José María de Ybarra, oriundo de Bilbao, y Narciso Bonaplata, originario de Barcelona, presentaron a las autoridades de Sevilla el proyecto de una nueva Feria que trajera lustre a la ciudad. Un año después, en 1847,  la reina Isabel II dio el visto bueno a la idea y decreto que entre el 19 de Abril y el 21 de ese mes se celebrara por todo lo alto la Feria Ganadera de Sevilla. Ésta se celebró en el Prado de San Sebastián hasta 1973, y a partir de entonces el Real de la Feria se traslado al Barrio de la Tablada en el distrito de Los Remedios. En un principio la Feria era puramente ganadera, es decir compra y venta de ganado, pero poco a poco se fueron poniendo puestos de comida y bebida con los que alegrar a los tratantes. Pasado el tiempo estos puestos fueron comiéndole terreno a la venta de ganado, y aunque sus fundadores se opusieron a ello no pudieron hacer nada por evitar que la Feria se transformara en la fiesta que es hoy en día.

Y ahora pasemos a un dato oscuro que a lo mejor, incluso algunos sevillanos, desconocen de la Feria. ¿Sabían que los lugares donde se realiza han tenido mucho que ver con el devenir de la Inquisición? Pues sí, parece ser que donde se festejaba la antigua Feria, en el llamado Prado de San Sebastián (en donde hoy está la Diputación de Sevilla) era una explanada donde se quemaban herejes en el tiempo más duro de la Inquisición. Y para colmo, en donde se festeja hoy, es decir en el Barrio  de la Tablada, era otro quemadero donde la Santa Inquisición ponía un patíbulo de tablas en el que ajusticiaba a los pobres reos que caían en sus manos. De ahí el nombre de La Tablada.