lunes, 5 de septiembre de 2016

LOS JARDINES DE LA VICTORIA



Durante la Segunda Guerra Mundial no solo se luchó en el frente o tras las trincheras en una auténtica guerra de espías y sabotaje, sino que también en muchos países en conflicto apareció lo que se llamó el “frente doméstico”. Se instaba a los ciudadanos a colaborar en cualquier cosa que ayudara a sus soldados, ya fuera comprando bonos de guerra, no derrochando recursos naturales o incluso asociándose con sus vecinos para crear lo que se llamó Los Jardines de la Victoria. Estos comenzaron a proliferar en países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá o incluso en Alemania, y tenían como misión, además de cultivar comida, hacer que la gente se sintiera participe aumentando con ello el orgullo personal y nacional. En Estados Unidos, por ejemplo, se llegaron a plantar entre 1939 y 1945 alrededor de 20 millones de ellos. La población se reunía en estos lugares y compartían información y experiencia para conseguir una cosecha excelente. Se cultivaba en cualquier sitio productivo, ya fuera en el jardín de casa, algún descampado o en campos de golf. En Gran Bretaña además reutilizaban los cráteres dejados por las bombas alemanas. Estos nuevos granjeros trabajaban incasablemente en sus pequeños huertos comunales pues sabían que todo esfuerzo era poco con tal de que sus alimentos alimentaran a los jóvenes que luchaban por la victoria.