sábado, 27 de agosto de 2016

UN TWITTER DE ENTONCES



A finales del siglo XVI, precisamente en 1589, una persona escribió en un muro esta advertencia pública, destinada,  sobre todo,  a la nobleza inglesa:
“No se permite a nadie, quienquiera que sea, antes de las comidas, durante las mismas, o después de ellas, ya sea tarde o temprano, ensuciar las escaleras, los pasillos o los armarios con orina u otras porquerías”.
Esto demuestra que alguien debía estar cansado de ciertas costumbres higiénicas que existían en las comidas de aquella época.