jueves, 11 de diciembre de 2014

SE BUSCA ERMITAÑO



En Madrid, justamente en el distrito de Barajas, existe el llamado Parque del Capricho, que sin ningún tipo de dudas es uno de los más bellos de la capital. Fue creado por los duques de Osuna  en una de sus fincas de recreo y la duquesa, María Josefa de Pimentel, que era amante del arte, quiso que el parque tuviera una gran variedad de lugares especiales, curiosos y sobre todo que estuviera poblado de cualquier tipo de rareza que sorprendiera a los visitantes. Una de estas excentricidades fue hacer un casting de mendigos, haciendo que el ganador viviese permanentemente allí a cambio de una paga mensual. Para ello había de dejarse crecer el pelo y las uñas, andar todo el rato descalzo, guiar a la salida a los visitas que se perdían, rezar todos los días por el alma de los duques  y habitar una ermita creada ex profeso para él. Fray Ars, que así se llamaba el ermitaño, estuvo haciendo su trabajo en la ermita durante 20 años, pero con el tiempo la profesión de ermitaño pasó de moda, siendo sustituido por un autómata que hacía el mismo trabajo pero de forma gratuita. Se dice que cuando murió el ermitaño original le enterraron a los pies de su amada morada y que allí está viendo pasear a los madrileños desde hace siglos.