sábado, 21 de diciembre de 2013

EL PINTOR DESCABEZADO



Francisco de Goya y Lucientes murió en 1828 en Burdeos (Francia) pero hasta que no pasaron sesenta años (1888) el gobierno español, de la mano del cónsul Manuel Pereyra, no solicitó que repatriaran lo que quedaba del cuerpo. Pero para sorpresa de todos los presentes al abrirse el panteón donde estaba el artista se dieron cuenta de que falta algo muy importante en la anatomía de cualquier persona: la cabeza. A pesar de este contratiempo el proceso de repatriación siguió su curso, aunque debido a unos problemas burocráticos los restos de Goya no descansaron en paz en la ermita de San Antonio de la Florida hasta 1919. Aunque sin cabeza.

Entonces ¿dónde está? Aquí comienza el juego de conjeturas. Se sabe que el artista antes de morir, e importándole poco el destino de su restos, cedió su cabeza al doctor Lafargue para que la estudiara. Pero esta idea choca con el testimonio de la mujer del pintor Brugada, discípulo de Goya, quien asegura que el artista fue enterrado con la cabeza y que ésta además portaba un sombrero de seda. Cuando el cónsul español en Francia abrió la tumba verdaderamente halló este ajuar funerario. Nadie en su sano juicio pondría un sombrero a un difunto si éste no llevara cabeza. Así que lo más lógico es que la cabeza se perdiera en el traslado del cuerpo desde Francia.

Pero la duda persiste ¿por qué Francisco de Goya está descabezado, y dónde se halla su noble testa? En 1945 los científicos creyeron encontrar la solución al abrir la tumba de la duquesa de Alba pues se pensaba que allí estaría la cabeza a los pies de esta alta dama. Sin embargo no solo no la encontraron allí, sino que además vieron que a la duquesa también le faltaba un pie. En cambio otra teoría viene a decir que la culpa de la desaparición de la cabeza la tiene otro pintor, pues en 1928 salió a la luz un cuadro de Dionisio Fierros en el que aparecía una calavera sin mandíbula. Para más inri el cuadro tenía una anotación en el reverso que venía a decir “Cráneo de Goya pintado por Fierros (1849)”. Si esto fuera verdad esta pintura fue echa veinte años después de la muerte del artista. Además la viuda de Dionisio Fierros afirma que uno de sus hijos se la llevó a la Universidad de Salamanca y que haciendo prácticas en la Facultad de Medicina por accidente la rompió en varios trozos.

Si al final se confirma que es cierto, en verdad que sería un triste final para una de las cabezas más importantes de la Historia.