miércoles, 6 de febrero de 2013

LA CABALGADA NOCTURNA

Paul Revere (1735-1818) fue un patriota y uno de los artífices de la Independencia de los Estados Unidos. Al igual que su padre era orfebre, y su trabajo con cubiertos, jarras y juegos de té eran bastante apreciados por la aristocracia de Boston. También trabajaba como grabador, impresor de textos, creador de piezas dentales y fundidor de campanas. Su vida parecía ir viento en popa, sin problemas, pero mientras para la galería era un simple comerciante más, en su interior era un valiente que deseaba ante todo la libertad de las Trece Colonias. Fue uno de los participantes más activos del Motín de Té de Boston (1773), hizo el primer sello de las Colonias Unidas, imprimió billetes para el Congreso de Massachussets y para las aguerridas tropas coloniales no dudó en fabricar cientos de kilos de pólvora.

Pero su hazaña más famosa, la que le catapultaría a la Historia fue la Cabalgada Nocturna que realizó la madrugada del 18 y 19 de Abril de 1775. Revere, al estallar la guerra sirvió como mensajero transportando mensajes patriotas y uno de aquellas misiones  fue muy arriesgada ya que tenía que advertir a las milicias de Concord y Lexington de la llegada de las tropas británicas procedentes de Boston. Durante toda la noche Paul Revere fue alertando a la población del inminente ataque, y para precisar más sobre cómo iba a ser el ataque se le ocurrió poner unos faroles en la torre de una iglesia con la consiguiente consigna:

Uno si vienen por tierra
Dos si vienen por mar.

En honor a la verdad, esa noche se enviaron a más mensajeros que a Revere, como por ejemplo a Prescott o a William Daves. La mayoría de ellos fueron capturados, e incluso a nuestro protagonista lo atraparon antes de llegar a Concord (el mensaje lo entregó al final Prescott), aunque fue liberado al día siguiente. Aun así esta gesta le convirtió en uno de los héroes de la guerra, sin duda alguna.