jueves, 10 de enero de 2013

EL FERROCARRIL SUBTERRANEO



Esta no es la historia del Metro ni de cómo se inventó el suburbano. Esta es una historia que habla de libertad y de héroes. El Ferrocarril Subterráneo era una red clandestina que en el siglo XIX tenía como misión ayudar a los esclavos negros evadidos a llegar desde los estados esclavistas hasta el Norte de Estados Unidos o Canadá. Pero ¿por qué se le llamó Ferrocarril Subterráneo? Evidentemente al ser una actividad ilegal en los estados del Sur, actividad que podía conllevar la pena de muerte, los promotores de este tráfico de esclavos fugados no podían ir anunciando a viva voz sus actos por miedo a ser apresados, por lo que pusieron términos ferroviarios a sus actividades clandestinas. Son las siguientes:

a)      Los Conductores o Maquinistas: eran las personas que ayudaban a los negros fugitivos dentro de los mismos estados esclavistas. Se conocían entre ellos mediante seudónimos ya que si eran atrapados por las autoridades, al interrogarles era imposible delatar a sus compañeros. Incluso hacían jurar a los esclavos que ayudaban que nunca rebelarían la identidad de su salvador. Para hacerlos pasar inadvertidos les proporcionaban disfraces, sitios seguros donde alojarse hasta que pasara el peligro, además de mapas y guías que les ayudarían a franquear las fronteras hacia la libertad.
b)      Las Estaciones: Eran los lugares donde podían esconderse, descansar, comer e incluso recibir asistencia médica. Las personas que regentaban estos sitios eran conocidos como jefes de estación. Algunos de ellos llegaron a ser famosos con el tiempo como por ejemplo la familia cuáquera Levi y Catherine Coffin, los cuales tenían su estación en Newport (Indiana). Allí, durante 20 años, llegaron a alojar a más de 2000 fugitivos. Todos estos jefes de estación estaban supervisados por la Estación Central, que era la Jefatura Principal
c)      Los Pasajeros: Evidentemente eran los fugitivos
d)      Los Carriles: Las rutas de escapada
e)      El Destino: el lugar soñado por todos los pasajeros, los estados del Norte de Estados Unidos o la misma Canadá.

El Ferrocarril Subterráneo acabó nada más finalizar la Guerra de Secesión (1861-1865) al abolirse la esclavitud en todos los Estados Unidos de América. Miles de esclavos consiguieron escapar gracias al arrojo y valentía de personas, en mayoría abolicionistas, que de forma desinteresada condujeron a estos esclavos fugitivos hacia la libertad. Muchos fueron los que ayudaron a tal fin, pero antes de terminar no nos hemos de olvidar de uno de las grandes heroínas de este Ferrocarril Subterráneo e icono de la historia Norteamericana: Harriet Tubman (1820-1913)


Se la conocía como el Moisés de los Esclavos y al igual que muchas de los fugitivos a los que ayudó ella también fue esclava en las plantaciones de Maryland. Consiguió evadirse en 1848 y llegar sana y salva al Norte. Pero en vez de gozar de su libertad recientemente adquirida, regresó de nuevo, no una, sino 19 veces liberando a cientos de esclavos y ayudando a llegar a su destino a otros tantos cientos de ellos. Fue tal su fama de libertadora que en los estados sudistas pusieron precio a su cabeza dando lo mismo que la entregaran viva o muerta.