martes, 20 de marzo de 2012

ISABEL LA CATÓLICA, de Cristina Hernando



«Fue mujer muy esforzada, muy poderosa, prudentísima, sabia, honestísima, casta, devota, discreta, verdadera, clara, sin engaño.” (Andrés Bernáldez)

Quisiera empezar esta breve reseña reconociendo un hecho importante. Antes de hablar sobre el libro que quiero comentarles he de confesar que antes de acercarme a la obra de Cristina Hernando Polo, Isabel la Católica, editado por Nowtilus, nunca me había leído una novela sobre esta excelsa reina, espejo de futuras monarcas en España. Había leído un buen número de ensayos sobre el Renacimiento en España, como por ejemplo el de Eslava Galán La España de los Reyes Católicos, o apasionantes biografías entre las cuales destaco el soberbio trabajo de Manuel Fernández Álvarez. Normalmente soy más de ensayo que de novela pues, a parte de pedir una exigencia muy alta en este género, me aterra un poquito el nivel de ficción pues en este aspecto juega mucho el papel subjetivo e ideológico del autor. Y con el caso de Isabel I, llamada La Católica por título papal, este subjetivismo es bastante fuerte ya que se ha pasado de elevarla a los altares en tiempos del franquismo, a los abismos más denigrantes en los tiempos que corren motejándola de datos que no corresponde a su vida. Por tanto la lectura de la obra de Cristina Hernando me llamaba y me daba mucho respeto a la vez. Y en verdad les digo que ha sido todo un acierto su lectura pues he encontrado en este libro una ecuanimidad de datos históricos que hacia tiempo no encontraba en el mundo novelístico.

Esencialmente nos encontramos con una novela biográfica que abarca toda la vida de Isabel desde su nacimiento en Madrigal de las Altas Torres allá por 1451, hasta su muerte en el Palacio Real, que mejor sitio para ella, de Medina del Campo en la infausta fecha de 1504, dejando un estado fortalecido, centralizado e innovador con respecto a otros reinos de la cristiandad. Hizo un excelente trabajo que sirvió como base y pilar para la creación de uno de los imperios más impresionantes de la Historia Universal. La autora recorre cada hito de su vida, sin dejarse ninguno atrás, desde sus primeros años como infanta y personaje secundario en la corte castellana, pasando por su encumbramiento en dicha corte y su matrimonio con Fernando II de Aragón, por razones de amor y estado, y sin olvidar sus grandes momentos en la Historia de España como el papel que jugó en el viaje de Colón o su participación activa y valerosa en la conquista del Reino Nazarí. Pero la autora no solo nos habla de fechas y hechos históricos ya conocidos sino que va más allá y nos adentra en la personalidad y figura de esta gran reina. De ella destaca sobre todo su persona, firme y decidida mostrándose como una nueva mujer que no dejó embaucarse por aduladores que creían que por su condición era fácil de engañar, sino al revés supo rodearse de personas justas y en muchos casos doctas. Por tanto vemos a una mujer que se adelantó a su época mostrando al mundo entero que podía gobernar igual de bien o mejor que un hombre o que incluso que su propio marido. Imagen, que creo deberían observar muchas de las gobernantes, que gracias a Dios están empezando a tomar las riendas en sus respectivos países.

Igualmente la autora nos muestra una reina consecuente con sus ideas y preocupada por su pueblo. Cristina Hernando nos habla sobre la gran conciencia de estado que demostró a lo largo de su vida. Se dio cuenta que la situación de Castilla y Aragón era bastante insegura para emprender cualquier tipo de reconquista en la Península o cualquier tipo de acción que ayudase a los habitantes de ésta. Era un estado minado por las luchas y ataques de nobles ambiciosos a la monarquía que ella representaba. Esas continuas guerras intestinas hacían inviable cualquier tipo de proyecto, por tanto Isabel decidió atajar esta situación y cercenar esa hidra de ambiciones que atenazaba a España. Fue una época dura de guerras civiles la que tuvo que soportar. Pero los resultados salieron a flote produciéndose una bonanza insospechada que revirtió al pueblo produciendo un fin común llegando a conseguir esta reina el amor de sus súbditos. La autora tampoco se olvida de uno de los elementos principales en la vida de Isabel: la religión. De todos es sabido que era muy religiosa, pero no nos pinta a una Isabel que estuviera todo el día rezando, ni a una persona fundamentalista de la religión católica. Nos habla de una mujer que lo siente como algo inherente al ser humano que revierte en una bondad a todo el que se acerca a ella. De nuevo vemos a una mujer consecuente con sus ideas religiosas y piadosas al mismo tiempo. Esa piedad se observa en episodios como la creación continua de Hospitales o la problemática de la esclavitud de los indígenas en America, tema que la preocupó hasta el fin de sus días.

He de destacar que la novela Isabel la Católica de Cristina Hernando Polo es bastante amena y muy entretenida mostrándonos todos los ámbitos de esta gran mujer. Pero hay algo que me sorprende mucho. Viendo el curriculum vitae de esta escritora me he dado cuenta de que no es historiadora, por tanto esta novela tiene un valor añadido, doble, ya que el acercamiento didáctico que nos hace a la figura de esta reina es totalmente riguroso con la historia, sin salirse ni un punto ni una coma del elemento histórico. Este hecho hace que el retrato de Isabel cobre una nueva vida ante nuestros ojos, pues aunque utiliza la ficción, por algo es una novela, hace que la historia tenga algo vívido y no hueco, juntando la precisión de los grandes ensayos con lo ameno de una ficción. El resultando por tanto es excelente.

Son 576 hojas las que el lector tiene por delante para descubrir la vida y obra de Isabel de España, Isabel I o Isabel la Católica, como la llamó la eternidad. Pero son unas páginas que vuelan ante nuestros ojos de lo entretenidas que se hacen haciendo que una hora de lectura pase en un suspiro. Una novela, les indico, que no les defraudará dándoles una justa medida de esta increíble mujer que pasó a la posteridad como la reina de las reinas de su tiempo y como referencia para muchas otras a lo largo de los siglos.